En este texto, Ezra Pound, reconocido poeta y una de las figuras artísticas más controvertidas del siglo XX, traza un perfil de su amigo y escultor Gaudier Brzeska, después de que este falleciera en el frente a los 23 años de edad.
"La vívida, incisiva manera de ser de sus ojos, 'inteligentes casi de modo alarmante'. La gente podrá recordarlo de maneras diversas y divergentes, pero esto al menos ha de ser un recuerdo común. Su inmovilidad parecía una acción, tal era el demonio de energía que lo poseía o que estaba a su servicio."
A través de esta aproximación a la figura de Brzeska, no sólo nos acercamos al hombre y al artista, sino también al propio Pound, al vibrante contexto en el que surgen las vanguardias, al movimiento vorticista y, a través de las cartas que Brzeska dirige a Pound desde el frente, a la virulenta Europa de la Primera Guerra Mundial.